Un nuevo hogar es un cambio estresante para la mayoría de los animales, pero hay algunas cosas que puede hacer para facilitar la transición.

Preséntale a tu mascota su nuevo espacio lentamente. A su llegada, mantenla aislada en una sola parte de la casa y asegúrate de que tenga cerca todas sus necesidades diarias. Para los dueños de gatos, podrán reubicar su arena para gatos en un lugar permanente una vez que se sientan más cómodos con su entorno. No se apresuren en reemplazar ninguno de sus juguetes, camas o platos de agua viejos. Cuantos más objetos familiares tengan, mejor.

Cuando llegues, intenta pasear a tu perro por tu nueva casa (o apartamento) y dale tiempo suficiente para olfatear los nuevos olores y acostumbrarse a su nuevo entorno. Dale a tu gato espacio para esconderse en un lugar oscuro hasta que se sienta seguro.

Lo más importante es que mantenga una rutina tanto como sea posible para ayudar a tu mascota a volver a la normalidad. Cuanto más rápido vuelva a su rutina normal, más rápido comenzará a sentirse como en casa.

Quédate en casa tanto como sea posible durante la primera semana para ayudar a asegurarle a tu mascota que todo está bien. Si tienes que salir, asegúrate de no dejar a tu perro solo en el patio trasero durante el período de adaptación. Se sabe que los perros hacen todo lo posible en busca de entornos familiares, por lo que sus posibilidades de escapar son mucho mayores. Ve a lo seguro y vigílalos de cerca hasta que se familiaricen con su nuevo entorno.

Por último, dale a tu mascota mucha atención e interacciones positivas. ¡Este es el momento de mimarlos con más afecto y golosinas! Ayuda a crear asociaciones positivas con su nuevo espacio escondiendo golosinas para que las encuentren y use juegos mentales para mantener su mente ocupada y relajada.